Diferencia entre Portatarjetas de Visita y Estuche para Tarjetas de Visita
En realidad, estos términos eran bastante sinónimos en el pasado (específicamente en el siglo XIX). Para ser precisos, el término "estuche para tarjetas de visita" se traducía con precisión a diferentes idiomas como "portatarjetas" o "porta-tarjeta". En ambos casos, se trataba de un objeto diseñado para guardar tarjetas de visita, tanto las propias como las recibidas de conocidos. Sin embargo, con el tiempo, surgieron diferencias sutiles (y a veces no tan sutiles) entre los portatarjetas de visita y los estuches para tarjetas de visita.
Esto está relacionado principalmente con el desarrollo de los sectores bancario y comercial en el siglo XX. Hoy en día, prácticamente todas las personas financieramente independientes poseen no solo un conjunto de tarjetas bancarias (salario, crédito, débito, etc.), sino que también tienen la costumbre de coleccionar diversas tarjetas de descuento. Casi todas las tiendas especializadas de calidad buscan atraer a clientes regulares a través de programas de descuento disponibles al presentar tarjetas de fidelidad.
Debido a la multitud de tiendas, los ciudadanos terminan acumulando tarjetas de plástico coloridas en sus bolsillos y billeteras. A pesar de su pequeño tamaño, estas tarjetas son considerablemente más voluminosas y pesadas en comparación con las tarjetas de visita de papel. En consecuencia, tarde o temprano, cada comprador activo se enfrenta a la pregunta: ¿dónde guardar convenientemente esta riqueza para que la tarjeta de plástico necesaria pueda encontrarse sin rebuscar en todos los bolsillos y bolsas en el momento crucial?
En este contexto, entra en juego el portatarjetas de visita, un accesorio que básicamente cumple las mismas funciones que una billetera tradicional (ya que muchos pagos todavía se realizan con tarjetas). A veces, incluso se combina el portatarjetas de visita con una billetera, aunque esto no siempre es el caso. Los compradores experimentados, fervientes fanáticos de descuentos y rebajas, suelen usar un portatarjetas de visita plegable especializado en el que se clasifican las tarjetas: farmacia, electrónica, ropa y calzado. Es realmente conveniente.
Por otro lado, los estuches para tarjetas de visita han asumido un papel secundario en la era del auge de los portatarjetas de visita. Simplemente almacenan las tarjetas de visita recopiladas en diferentes encuentros, principalmente para evitar perderlas. Una tarjeta de visita común cumple con éxito esta tarea, pero exclusivamente. Además, sigue siendo útil solo hasta que la información que contiene se transfiera a una agenda o se guarde en la memoria de una computadora portátil.
Sin embargo, el aumento en las conexiones sociales y el networking provocó la aparición de un nuevo tipo de estuches para tarjetas de visita, destinados a la distribución en lugar de la recolección de tarjetas. Estos estuches para tarjetas de visita de "distribución" a menudo se asemejan a pequeños portafolios. La presencia de estos estuches también agrega un toque de respetabilidad al dueño, indicando un amplio círculo de interacciones donde hay personas a las que distribuir tarjetas.
En resumen, la diferencia entre los portatarjetas de visita y los estuches para tarjetas de visita es realmente palpable y comparable, por ejemplo, a la distinción entre un bolsillo ordinario y una billetera. En términos de funcionalidad, cumplen el mismo propósito, pero un método de almacenamiento parece más impresionante que el otro. Sin embargo, su tamaño físico y las molestias asociadas pueden reemplazarse fácilmente con tarjeta de visita digital, que son más modernas y igualmente populares en la actualidad.