Cómo usar los códigos QR en el embalaje y las etiquetas de los productos

El mercado moderno de alimentos y bienes de consumo busca constantemente nuevas formas de hacer que la comunicación con los clientes sea más eficaz y conveniente. Una de estas herramientas son los códigos QR, que hoy en día se pueden encontrar en casi cualquier envase o etiqueta. Permiten conectar al cliente de manera instantánea con información en línea, hacen que el proceso de compra sea más transparente e interactivo y aumentan la confianza en la marca, convirtiendo el envase en una especie de tarjeta de presentación digital con un código QR.

Por qué añadir un código QR al envase del producto

El objetivo principal de implementar un código QR es ofrecer al cliente acceso rápido a información que no puede colocarse por completo en el envase. Puede ser el sitio web de la empresa, la lista de ingredientes, un video de producción, promociones especiales o descuentos. Con solo usar la cámara del teléfono inteligente, el cliente obtiene un conjunto completo de datos, lo que hace que la tecnología sea extremadamente accesible.

Además, el código QR es un elemento adicional de confianza. El consumidor actual es cada vez más exigente: le interesa el origen de los ingredientes, el proceso de producción y la fecha de caducidad. Todo esto puede mostrarse mediante un simple código que conecta el producto físico con el espacio digital.

Tipos de envases y aplicaciones de los códigos QR

Envase primario

El envase primario incluye los materiales que están en contacto directo con el producto: cajas de cartón, latas, botellas, películas. En las etiquetas del envase primario normalmente se muestran datos esenciales como la composición, la información nutricional o la fecha de caducidad. La adición de un código QR permite proporcionar información ampliada: mostrar un video de producción, compartir certificados de calidad o dar acceso a recetas. Esto ayuda a que la marca sea más transparente y a crear una conexión emocional con el comprador.

Envase secundario

Se trata de cajas o contenedores externos que agrupan varias unidades de producto. Por ejemplo, un paquete de cartones de jugo en una caja o un conjunto de latas. Aquí se puede usar un código QR para campañas de marketing: dirigir al cliente a un sitio promocional, ofrecer cupones, descuentos o la participación en sorteos. El envase secundario suele ser un espacio para soluciones de diseño llamativas, por lo que el código QR puede integrarse en el estilo visual y reforzar la comunicación.

Envase terciario (de transporte)

A primera vista, las cajas de cartón o embalajes corrugados destinados al envío y almacenamiento parecen no tener valor de marketing. Sin embargo, también aquí los códigos QR pueden aplicarse de manera eficaz. Por ejemplo, se pueden colocar códigos QR de tarjeta de visita con los contactos de la empresa o enlaces al sitio web corporativo. Así, incluso durante la logística, la marca sigue interactuando con socios y clientes potenciales.

Formas de usar los códigos QR

Un código QR en el envase puede cumplir muchas funciones:

  • Contenido en video: mostrar el origen del producto o su proceso de elaboración. Estudios demuestran que casi el 80% de los compradores prefieren un producto si está acompañado de material audiovisual.

  • Instrucciones en PDF y catálogos: una manera práctica de ofrecer instrucciones completas, recetas o recomendaciones.

  • Cupones y descuentos: dirigir al cliente a páginas promocionales con bonos y ofertas especiales.

  • Campañas sociales: muchas marcas conocidas utilizan códigos QR para redirigir a los clientes a iniciativas públicas, como Nestlé y Coca-Cola, que promueven la sostenibilidad y el consumo responsable.

  • Presentación del surtido: los códigos QR dinámicos permiten actualizar enlaces y mostrar nuevos productos incluso después de que el envase haya sido impreso.

Consejos para el diseño y la colocación de los códigos QR

Para que el código QR en el envase funcione realmente, es importante tener en cuenta varias reglas:

  1. Añade color y creatividad: el código en blanco y negro funciona, pero uno adaptado a la identidad visual de la marca atraerá más atención.

  2. Llamada a la acción: un texto como “Escanea para saber más” aumenta hasta un 80% el número de escaneos.

  3. Tamaño: no menos de 2×2 cm. Es mejor imprimirlo un poco más grande que arriesgarse a que no sea legible.

  4. Colocación: sitúa el código en una superficie plana, preferiblemente en el centro del envase. En superficies arrugadas o brillantes el escaneo puede ser más difícil.

  5. Calidad de impresión: sube el código en formato SVG y usa alta resolución para evitar distorsiones.

  6. Pruebas: comprueba siempre el escaneo antes de imprimir una tirada completa.

Beneficios para la marca y los clientes

El uso de códigos QR ayuda a que las marcas sean más transparentes, algo fundamental para el consumidor actual. Los clientes quieren saberlo todo sobre la composición, el origen y la calidad del producto. Obtienen la información necesaria en un solo clic, y la empresa gana más confianza y fidelidad.

Las marcas también pueden ampliar la interacción, añadiendo enlaces a redes sociales, tiendas en línea, aplicaciones móviles o eventos especiales. Así, el envase deja de ser solo un medio de protección y se convierte en un canal de comunicación completo.

Ejemplos de casos exitosos

  • Oreo BlackPink Campaign: un código QR único en el envase permitió a los fans acceder a contenido exclusivo y reforzó la interacción a través de redes sociales.

  • Nestlé Maggi: la empresa añadió códigos QR en productos populares para compartir recetas e ideas culinarias, aumentando el valor percibido del producto para el consumidor.

Los códigos QR en el envase de los productos no son solo una moda, sino una herramienta eficaz de marketing digital. Ayudan a contar la historia de la marca, a ofrecer a los clientes información útil, a involucrarlos en campañas y a aumentar la confianza. El envase con un código QR deja de ser estático y se convierte en interactivo, transformando una simple compra en una experiencia completa de interacción con la marca.